Hoy vamos a daros varios consejos para disfrutar del saludable hábito de comer pescado, un alimento apetitoso y muy nutritivo que debe formar parte de nuestra dieta.
¿El problema son las espinas?
Si lo que nos echa para atrás a la hora de consumir pescado son las espinas, conviene escoger piezas en lomos, en lugar de rodajas o filetes. La perca , el mero, el lenguado, el rape, el atún y el bonito son una buena elección, dado que no suelen presentar ninguna espina.
¿Su olor o sabor son demasiado fuertes?
El pescado azul posee un olor y sabor mucho más pronunciados que el blanco. Aun así, no hay por qué descartarlos. Hay muchas formas de atenuar el sabor y el olor del pescado azul para el agrado de todos los comensales.
Se pueden usar distintas técnicas y salsas que suavicen su sabor y olor, o los encubran levemente. Por ejemplo, acompañándolos de salsas (bechamel, mayonesa, rosa, de yogur,…). El rebozado y empanado también pueden ayudar a mejorar su aceptación.
El pescado no me “llena”
El pescado es un alimento menos fibroso que la carne y su digestibilidad viene condicionada por su contenido graso (blanco, semigraso o azul), por su forma de preparación o cocción y acompañamientos (salsas y guarniciones). Por tanto, no se puede decir a priori que el pescado no “llena” o que no sacia.
El ajoarriero, elaborado con fritada de verduras y patatas fritas, constituye un plato de alta densidad energética y “llena” tanto o más que un filete a la plancha acompañado de pimientos. La merluza rellena, o el Marmitako, un guiso típico del País Vasco que se elabora con bonito, verduras, patatas y caldo, son claros ejemplos también de que el pescado no tiene porqué dejarte con sensación de hambre.
¿Te aburre comer pescado?
¡Es imposible!
Para no aburrirnos, es importante que variemos la elección del tipo de pescado y la técnica culinaria a la hora de prepararlo.
La merluza es un pescado con muchas posibilidades culinarias. Se puede saborear rebozada junto a una ensalada, al horno con patatas panaderas, en salsa verde con guisantes y marisco, al horno sobre un fondo de zanahoria y cebolla, en pastel o croquetas…
En guisos, sopas, a la plancha, al horno, con salsas, escabeches, ahumados…hay mil maneras de preparar los diferentes pescados y mariscos que llegan a nuestras lonjas.
Prueba, improvisa, investiga y disfruta de uno de los placeres de nuestra gastronomía.
Además de sano y delicioso, nos aporta numerosos nutrientes, previene enfermedades y protege nuestro corazón y arterias.
¿Aún necesitas más razones para comer mariscos y pescados?